El CBD muestra un perfil prometedor como coadyuvante en el manejo de ansiedad, con evidencia clínica de sus efectos ansiolíticos en trastornos como el trastorno de ansiedad social, mientras que para la depresión la evidencia humana es limitada y se basa sobre todo en estudios exploratorios y preclínicos.
Mecanismos de Acción Relacionados con el Estado de Ánimo
El cannabidiol modula varios sistemas neuroquímicos implicados en la ansiedad y la depresión:
- Receptores 5-HT1A: agonismo parcial favorece la reducción de la ansiedad y mejora del estado de ánimo.
- Sistema endocannabinoide: acción sobre CB1/CB2 que regula la liberación de neurotransmisores, modulando la respuesta al estrés y la inflamación neuronal.
- Neuroplasticidad: potenciación de la neurogénesis hipocampal y la expresión de BDNF en modelos animales, mecanismo clave en antidepresión.
Evidencia Clínica en Ansiedad
Trastorno de Ansiedad Social (SAD)
Un ensayo aleatorizado en pacientes con SAD demostró que 600 mg de CBD oral antes de un discurso público redujo significativamente la ansiedad subjetiva y mejoró parámetros de flujo cerebral en la amígdala y corteza medial prefrontal.
Ansiedad Experimental en Sujetos Sanos
Dosis únicas de 300–600 mg de CBD en voluntarios sanos disminuyeron la ansiedad inducida experimentalmente por paradigmas de habla en público, sin efectos sedantes ni psicoactivos.
Trastorno de Estrés Postraumático (PTSD)
Estudios observacionales y ensayos abiertos indican que 25–75 mg/día de CBD, solo o en combinación con psicoterapia, reducen síntomas de evitación y arousal en PTSD, mejorando la extinción de miedo.
Evidencia Clínica en Depresión
Estudios Preclínicos y Mecanismos
Modelos animales de depresión muestran que CBD aplicado a dosis de 10–30 mg/kg:
- Alivia el comportamiento anhedónico y de desesperanza
- Aumenta niveles de BDNF y favorece la plasticidad sináptica en el hipocampo.
Cohorte Exploratoria en Auto-tratamiento
Un estudio de cohorte (n=90) de usuarios que se automedicaron con CBD reportó mejoría subjetiva en síntomas depresivos, aunque sin controles ni dosificación estandarizada.
Ensayos Clínicos en Curso
No existen aún RCT publicados concluyentes en depresión mayor. Un ensayo cruzado con Epidiolex en pacientes con depresión resistente evaluará dosis escalonadas de 250–1000 mg/día, pero no ha publicado resultados.
Revisión Crítica
Una revisión sistemática reciente concluye que la evidencia en trastornos depresivos es insuficiente para recomendar CBD como tratamiento primario.
Seguridad y Consideraciones
- Perfil de efectos adversos: generalmente leve (fatiga, sequedad bucal) y bien tolerado.
- Interacciones: con antidepresivos, antiepilépticos y anticoagulantes; requiere supervisión médica.
- Dosificación: usualmente 300–600 mg para ansiedad aguda; para depresión no hay dosis establecida hasta conclusiones de los ensayos en curso.
Recomendaciones Prácticas
- Para ansiedad, considerar CBD como coadyuvante en trastornos sociales o de pánico, usando 300–600 mg de aceite o cápsulas, 1–2 h antes de la situación ansiógena.
- Para depresión, esperar resultados de ensayos controlados; mientras tanto, si se opta por CBD, iniciar con dosis bajas (25–50 mg/día) y escalar progresivamente, junto a tratamiento farmacológico y psicoterapéutico convencional.
- Asegurar certificados de análisis y ausencia de THC si se busca evitar efectos psicoactivos.
La investigación respalda el uso de CBD para la ansiedad, con evidencia clínica sólida, mientras que en depresión se requieren más ensayos robustos antes de integrar CBD en guías terapéuticas.