El cannabis medicinal ofrece propiedades analgésicas y antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir el dolor y mejorar la función articular en pacientes con artrosis y diversas formas de artritis, aunque la evidencia clínica es aún limitada y de baja calidad metodológica.
Mecanismos de Acción en Dolor Articular
El cannabis y sus compuestos interactúan con el sistema endocannabinoide, que regula el dolor, la inflamación y la respuesta inmune en las articulaciones.
- Los cannabinoides (THC y CBD) se unen a receptores CB1 y CB2 en nervios, sinoviocitos e inmunocélulas, modulando la transmisión del dolor y la liberación de citocinas proinflamatorias.
- El CBD inhibe moléculas como IL-6, IL-8 y metaloproteinasas (MMP3), reduciendo la degradación del cartílago y la inflamación de la membrana sinovial, especialmente en entornos proinflamatorios.
- El THC aporta efectos antinociceptivos adicionales, aunque con acción psicoactiva que puede limitar su uso en algunos pacientes.
Evidencia Preclínica y Ensayos en Animales
Estudios en modelos animales han demostrado:
- Reducción de la inflamación articular y de marcadores como TNFα e interferón γ tras administración oral o intraperitoneal de CBD y THC.
- Aplicación transdérmica de gel de CBD en ratas con artritis indujo menor hinchazón y restauró la latencia al dolor térmico, sin efectos sobre el sistema nervioso central.
- El cannabinoide sintético HU-320 previno daño articular y suprimió la secreción de TNFα en artritis inducida en ratones.
Ensayos Clínicos y Estudios Observacionales
- Encuesta cualitativa en 428 pacientes con artritis: los usuarios de CBD reportaron
- Revisión sistemática (7 estudios, entre ellos 2 RCT): aunque con alta heterogeneidad y riesgo de sesgo,
- Ensayo controlado en osteoartritis de rodilla: un RCT reciente demostró que CBD oral añadido a paracetamol redujo el dolor crónico de rodilla en comparación con placebo.
- Guías clínicas y opiniones de especialistas destacan el potencial del cannabis como coadyuvante en enfermedades reumáticas, subrayando la necesidad de más estudios para definir dosis, formulaciones y protocolos estandarizados.
Formulaciones y Vías de Administración
- Oral (aceites, cápsulas, extractos estándar)
Ventaja: dosificación precisa; efectos sistémicos prolongados
Desventaja: metabolismo hepático, inicio más lento (1–2 h). - Inhalada (vapeo o combustión)
Ventaja: acción rápida (5–15 min); biodisponibilidad mayor
Desventaja: riesgos respiratorios y psicoactividad variable. - Tópica (cremas, geles, parches)
Ventaja: acción localizada; mínima absorción sistémica
Desventaja: No aborda síntomas sistémicos como la rigidez matinal. - Sublingual (sprays, tinturas)
Ventaja: absorción más rápida que oral, sin exposición pulmonar
Desventaja: dosis limitada por volumen bajo la lengua.
Dosis y Orientaciones Prácticas
- Iniciar con dosis bajas de CBD (< 5 mg/kg/día) y ajustar gradualmente.
- Combinaciones THC/CBD (por ejemplo 1:1) pueden potenciar el alivio, pero requieren supervisión médica por efectos psicoactivos.
- Monitorear efectos adversos: somnolencia, cambios de humor, xerostomía.
- Evaluar interacciones con anticoagulantes, sedantes y antiepilépticos.
- Preferir productos con certificado de análisis de laboratorio independiente para garantizar pureza y concentración.
El cannabis medicinal, especialmente el CBD solo o en combinación con THC, muestra potencial prometedor para aliviar el dolor y la inflamación en artrosis y artritis, mejorando la función y reduciendo la necesidad de analgésicos convencionales. Sin embargo, la calidad de la evidencia es baja, y se requiere más investigación clínica robusta para establecer protocolos de dosificación, formulaciones óptimas y criterios de selección de pacientes. Siempre debe consultarse a un especialista en reumatología o medicina del dolor antes de incorporar cannabis medicinal al plan terapéutico.